SOBRE MI

No sé si conoces ya mi historia pero te daré una pincelada sobre ella y cómo he llegado hasta hoy para contarte mi trayectoria.

Desde pequeña me he sentido una niña diferente a las demás. Veía cosas extrañas y que no eran “normales” en una niña. Pensaba que era mi imaginación. Me gustaba llamar la atención para que me hicieran caso, nunca tuve la certeza de que me amaran. Me sentía fuera de lugar, como si no perteneciera al mundo de los demás. Y encima veía cosas “distintas”, ¿te imaginas cómo me podía sentir?

Cuando aún no tenía los 15 años conocí a un chico de 16 años, fue mi primer novio, el primer amor y mi gran maestro. Con él pasé mis años de juventud, los años más dolorosos de mi vida. La relación al principio era muy bonita. Pronto se desvaneció ese sueño. Empezaron los empujones y los insultos, después iría a más. Fui presa en aquel lugar que yo llamaba hogar, desestructurado ya por una familia rota y dividida. Mis padres se separaron justo cuando yo estaba en los inicios de esta relación. Me separaron de mis hermanas que se fueron con mi madre, yo me quedé con mi padre. Ni siquiera pude decidir dónde quería vivir.

Nuria Sala Mujeres con propósito

En el cole empecé a tener muchos conflictos; los compañeros se burlaban de mí, tenía malas notas y siempre me daban de lado. En el instituto fue peor, más insultos, maltratos y vejaciones. Mi madre tenía depresión y mi padre con un trabajo y un negocio que atender. Me sentía sola, mis hermanas eran pequeñas y frente a las atrocidades que vivía con el builling y maltrato de mi novio me sentía impotente y desprotegida.

Fruto de los abusos sexuales que recibía de mi chico me quedé embarazada y decidí abortar. No sabía qué hacer, pero sabía que si seguía adelante sufriríamos mi bebé y yo. Nos esperaba el peor futuro para los dos.

Con veinte años desperté un domingo por la mañana y vi a los pies de mi cama a mi abuelo, ¿qué tiene de malo? Nada, sólo que llevaba casi diez años fallecido. No podía moverme ni hablar, tan solo parpadear. Así que lo hice con todas mis fuerzas y desapareció. Tuve miedo pero me mostró una sonrisa muy bonita y pronto se me pasó el miedo. En ese instante descubrí que tenía un don.

Unos años más tarde regresé a mi tierra natal. Una vez me instalé con mi familia y empecé a trabajar en una fábrica. Por esa época pensaba que solo podía optar en trabajar en fábricas ya que sólo tenía el título de auxiliar administrativo y ese puesto me aburría y lo detestaba.

Al fin encontré un trabajo bastante ameno y distraído como secretaría en una autoescuela. En esa época conocí a un chico que pasaría a ser mi marido al poco tiempo.

¡Ahora tenía todo lo que había soñado! Un trabajo con sueldo fijo todos los meses. Aunque no era un gran sueldo para mí ya estaba bien. Tenía marido, una casa con comodidades, viajes y todo lo que me apeteciera. Pero empecé a sentir un vacío muy grande y a desear cosas que otras personas tenían; eran más felices y eso me entristecía. Me di cuenta que realmente tenía muchas carencias. Había construido sobre tierras movedizas.

Frecuentaba una masajista, pues los dolores de espalda eran incesantes. Posteriormente, pasó a ser mi maestra de Reiki y con ella descubrí mi despertar espiritual. Decidí divorciarme para encontrar mi camino, me sentía completamente perdida. Continué trabajando en la autoescuela mientras aprendía todas las enseñanzas del Reiki e iba practicando sus técnicas.

Llegó el momento en el que me despidieron de la autoescuela y decidí montar mi propio negocio. Durante los años que trabajé en la autoescuela adquirí varios títulos; estética integral y masajista. Así que ahora con un centro ya podía ofrecer aquello que tanto me gustaba.

Mi negocio fracasó y tuve que cerrar. Al cabo de un tiempo leí un libro que me cambió la vida. Decidí venir a mi tierra natal de nuevo para asistir a un evento de este escritor, el más impresionante de mi vida. Ahí pude perdonarme por la decisión que tomé y pude entender porque me pasó todo y todas las decisiones que tuve que afrontar sola.

Me comunicó que debía de ayudar a miles de personas que como yo habían pasado por estas circunstancias tan dolorosas. Así que cumplí con mi promesa y escribí una trilogía llamada TU DON. Tres libros mágicos donde puedes encontrar todo lo que aprendí y viví, mis conocimientos y canalizaciones que te pueden ayudar.

Pero no solo estoy aquí para que tú también descubras TU DON, sino para que encuentres tu PROPÓSITO DE VIDA.

Después de publicar mis libros, me quedaba hacer la tarea más ardua para mí; exponerme y presentarlos públicamente. Pero tenía un miedo atroz a lanzarme. Me ha costado mucho darme cuenta que detrás de esos miedos hay mucho más por sanar.

Iniciando un curso con un gran mentor y maestro para mí, descubrí que mis sabotajes no eran más que estúpidas creencias del pasado que no me llevaban a nada más que el fracaso, una y otra vez. Curiosamente y paralelamente al curso, recibí un mensaje de mi guía espiritual; “Tienes una misión y yo te voy a ayudar, vas a conocer tu programa estelar y lo vas a difundir”. Así que me puse manos a la obra y aquí está; tu programa ideal y pronto también disponible en un cuarto libro.

Yo estoy cumpliendo con mi PROMESA. ¿Y tú? ¿Tienes ese motivo tan grande para impulsarte? ¿Cuál es tu promesa?

¡Ve a por ella! Yo te acompaño encantada.

Nuria Sala.

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